El funeral extraordinario
¡Goooooooddammit! En inicio esto iba a ser un texto cómico pero supongo que se me fue la mano. Aunque, claro, si hablo de un tipo que invita a la gente a su propio funeral, hay que tener mucho truco para hacer algo gracioso. Este es, en mi opinión, uno de mis textos más negros. Creo que es algo lo suficientemente extraño como para que puedan surgir conclusiones distintas. Pupetizar: convertir algo en marioneta. El verbo me lo inventado yo porque porque porque PUEDO. El funeral extraordinario Llegó el 21 de abril con un buen día soleado para celebrar una fiesta de cumpleaños. Pero mi fiesta no iba a ser una cualquiera: iba a ponerme fin. Y había invitado a todo el mundo a presenciarlo: quiero decir, no se lo oculté en ningún momento. Mi mejor amigo me dijo que aquello era un disparate, que tampoco era tan feo, pero yo estaba decidido. Celebramos la fiesta al lado del hoyo, a cuyos lados pusimos las mesas del catering, una de ellas sobre mi ataúd de roble. Buena madera, me la me...
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