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Mostrando entradas de 2016

No es otra Navidad

Sé que el pretérito perfecto simple de reír de tercera persona del singular no lleva tilde porque es monosílabo, pero he tomado la decisión de que la lleve. ¿Por qué? Porque puedo. Aunque no estoy muy convencido con el final, estoy bastante contento con este texto; ¿qué pasaría si un niño desease por Navidad que los problemas políticos se acabasen? Sería algo curioso; ea, pues, aquí lo tenéis. No es otra Navidad  -¿Qué quieres este año por Navidad, hijo? El niñito rubio de seis años encontró con sus intensos y cándidos ojos a los de Santa Claus, que lo mecía suavemente en sus rodillas.  -¡Que pida ya! ¡Hay más críos!-chilló una madre en algún lugar de la cola. -¡Deje que el niño piense!-respondió Santa con acritud, para mirar de nuevo al niño y volver a la voz dulce - ¿Qué quieres por Navidad? -¿Sabes? Trump últimamente ha estado muy tocanarices. Y el tirapetardos de Corea del Norte me da mala espina. El coletas no sé qué hace por el Parlamento. En Sudamérica, Maduro...

El nuevo Fahrenheit 451

La sátira me sale como un hueso de la carne, ugh. No digo que no haya buenos libros de texto, pero puedo contarlos con los dedos de la mano y... ¿qué diste hace cuatro años en el colegio? Si la respuesta es 'No tengo ni p*** idea', probablemente te gustará este texto. Si no, no avances... El nuevo Fahrenheit 451 ¿Ha leído usted Fahrenheit 451, o como se escriba/pronuncie? Seguro que sí, desde luego, es un libro muy bueno, y si no, tiene muchas papeletas de haberse visto la película. Si, sin embargo, usted vive cómodamente debajo de una piedra, le digo de qué va: es una sociedad distópica donde los bomberos queman libros, y por ello, hay gente que se dedica a aprenderlos de memoria. O algo de eso; un tipo es la Eneida de Virgilio, otro es el Hamlet de Shakespeare... usted lo habla con él y le recita su libro de memoria. Increíble, ¿verdad? Cosa de ficción, ¿verdad? Pues no se crea... Cada día nos vamos acercando más a esa sociedad distópica. ¡Pero usted se está marcando un

Cálamo y la lavadora

 Este texto va dedicado a un profesor mío de pintura que nunca mancha su traje. Siempre me pregunté como lo hacía, así que hice mi propia respuesta... (me inspiré en ti, pero soy escritor, así que espero que perdones mis licencias) Espero que disfrutes, disfrutéis, esta pequeña pieza de absurdo. Cálamo y la lavadora Antonio Cálamo era un pintor que, tras haber estado pintando algunos años, era profesor de dibujo en un colegio privado. De perfil afilado, ojos intensos y oscuros y pelo brillante por su ausencia, Cálamo siempre iba al trabajo en traje.  Tenía negro, azul, gris y gris más oscuro, y nunca en el tiempo que llevaba enseñando le habían visto manchárselos una sola vez. Daba igual que estuviesen en el aula de escultura, rodeados de polvo y arcilla, o que estuviesen mezclando botes de pintura; ni una mota se atrevía a posarse sobre la tela. Si no hiciese contacto físico con sus amigos profesores, se podría pensar que tenía un campo de fuerza alrededor. -Cálamo, ¿por qué nu

No me gusta el colegio

No me gusta el colegio No me gusta el colegio. Y entonces sale un iluminado de entre el público que dice 'Y a mí sí, no te jode'. Pues sí. No me gusta el colegio. El gobierno no quiere que lo sepamos, pero yo os lo digo: los colegios son cárceles. Para disimular, dejan a los chavales vestir a su bola o con uniformes relativamente bonitos, pero la estructura educativa de nuestro país, y en general, está basada en las cárceles. Esto parece una idea alocada, pero ¡confiad en mí!, todo tiene sentido. Para empezar, en los colegios hay capataces. No niego que algunos profesores tengan pasión por enseñar, y pasión por lo que enseñan... pero algunos son seres humanos profundamente insatisfechos en su vida que se desfogan con el primer inocente  que pillan. No tienen sentimientos, y si te tienen que joder, lo hacen con una sonrisa odiosa. ¿Por qué? Porque están amargados. ¿No puedo ser pintor? Profesor de dibujo. ¿No puedo ser químico? Profesor de química. Tiene gracia.  Los presos,

El Hombre Creativo

El Hombre Creativo   © ¿Cansado de no ser nada en la vida? ¿Harto de que todos tus amigos tengan éxito en sus vidas y tú no? ¡Pues estás de suerte, porque te traigo la solución a todos tus problemas! Sin moverte del asiento cutre donde probablemente estés sentado, escúchame con atención. Hoy te traigo el Hombre Creativo. ¿Que qué es? ¡Oh, querido amigo, gracias, gracias por preguntar! El Hombre Creativo es un pseudoindividuo de raza humana que se empeña en dar la nota. Es un incordio. Mejor dicho, era un incordio, ¡porque hoy por fin le hemos encontrado una finalidad práctica! Cuando nos encargues tu Hombre Creativo, ya sea el modelo masculino o el femenino, te lo enviaremos a casa lo antes posible, en un camión de carga que lo dejará en la puerta de tu casa, ¡con caja decorada incluida! Podrás encargarle que te haga todo tipo de tareas de una manera estúpida pero interesante que jamás a ti se te habría ocurrido: resolver problemas laborales, personales, sociales, economizar en la

El Juego de Fernando Serto

Una cosa que quería escribir desde hacía algún tiempo... adoro este personaje así que no dudéis en pedirme que le de vidilla más veces. Este relato se lo dedico a Mario, que dibuja muy bien, qué digo, ¡espectacularmente...! Amigo Mario, ¿sobrevivirías al juego de Fernando Serto? El Juego de Fernando Serto -¡Jefe! Ya le tenemos amarrado a la silla, solo falta usted. Tras un momento, Fernando Serto salió de la habitación prohibida. Esta era un lugar al que nadie podía acceder, ni siquiera sus más fieles hombres, que ni ellos sabían qué se ocultaba ahí. El castigo por entrar era ser ejecutado al momento por su jefe, uno de los mafiosos más temidos entre el submundo de Madrid, apodado el 'pintamonas' por su famosa buena mano con la pintura. Corría el rumor de que su padre lo había amenazado con la muerte si se dedicaba mientras él vivía al arte, de modo que Fernando estaba esperando a que se muriese para dejar la asociación en manos de alguien y retirarse a su pasión. Mientr

El rey

Escribí esto en un rato corto, pero me quedé satisfecho... que os guste :). El rey El rey se despertó con hambre aquel domingo. Dio dos palmadas y apareció el primer mayordomo por la puerta. -Jorge, tráigame el desayuno a la cama. -Que te follen-respondió Jorge, y se fue. El rey se quedó extrañado. ¿Qué era aquella falta de respeto? Salió de su real lecho, se vistió y fue a pedirle explicaciones al guardia que custodiaba su dormitorio. -¿Qué diablos le pasa a Jorge? El guardia lo miró de reojo, le escupió en la cara y, tras decirle 'Que te follen', se dio media vuelta y se fue.  El rey deambuló por todo su castillo preguntando qué sucedía, pero siempre le respondían lo mismo. Ya harto y cansado de aquello, fue a consultar el tema con su mujer al jardín. Ella le daría respuestas. Pero cuando se acercó y presentó su pregunta, ella le miró con desdén y le dijo: -Hemos decidido destituirte. Ahora yo soy el rey. -¡Pero no puedes ser el rey! ¡Eres mujer! -Qué m

Por qué me gusta escribir

Por qué me gusta escribir. Eso me preguntó una amiga (creo que es amiga, sí) cuando volvíamos juntos del colegio. Y yo me llené de emoción, porque entonces empezaría a hablar mi yo artista y no mi yo persona, que sin duda es mucho menos interesante que el otro. No me acuerdo exactamente de qué le respondí, pero ahora, frente al teclado, voy a contar por qué escribo. Por qué me gusta escribir No sabes a ciencia cierta por qué amas a una persona. Solo sabes que darías tu vida por ella si fuese necesario. Lo mismo es para mí escribir. No sé exactamente lo que me pasa dentro, pero sí sé que en mi interior un montón de historias e ideas fluyen y luchan por salir a la luz a través de mis manos. Escribir nos da a algunos un poder que sería inimaginable en nuestra vida real... escribir es calzarse por unos instantes las botas de Dios, y ponerse a crear personajes, situaciones, ¡mundos...! Tú eres Dios. Nada puede detenerte. Es tu mundo, y tú pones las reglas. Tú haces que esos personaj

Esta pizza es mi hijo

Esto es lo que sucede cuando un amigo y yo bromeamos sobre adoptar una pizza, y acto seguido, unos amigos me dicen que me van a presentar a una chica que dicen que va a venir de perlas. Uno de mis textos más locos, lamento la longitud, pero la historia lo pedía. ¡Disfrutadla! Esta pizza es mi hijo He conocido a una chica. Lo admito. ¿Cómo es posible, Javier?, me preguntaréis. ¿Tú? ¿Con una chica? Pues sí. Se llama Sara y el otro día me la presentaron un amigo y su novia. Quedamos en un sitio del centro, tomamos unos cafelitos y tal y la verdad es que Sara y yo nos caímos muy bien. -Si ya lo decía yo, que esa iría bien con Javi...-decía Víctor. -Es un poquito rara pero yo creo que conectaréis-decía su novia, Raquel. Sara me dio su número. Y, cuando nos despedimos los cuatro y nadie me pudo ver, me puse a brincar por la calle y a juntar los talones en el aire. ¡Qué alegría! ¡Qué felicidad! Pero, amigos, hubiese sido necio de mi parte creer que el trabajo ya estaba hecho. No, no; ¡

Atraco a misa

Una historia que no me podía quitar de la cabeza, y que creo que he desarrollado bastante a mi gusto. No obstante, cuando la encaje donde debe estar la haré mejor :). Espero que os guste esta historia de cobardía, crimen y sentimiento anticlerical. Que no quiere decir que a mí no me guste la Iglesia. Pero, demonios, me lo he pasado de miedo al escribir esto. ¡Disfrutadlo! Atraco a misa -Chavales, ¿cuánto dinero tenemos? Esta pregunta del conductor Zeta puso en una situación incómoda a Luis y a Manuel. Se habían separado del resto del grupo de peregrinación para volver a casa, habían robado un coche y tenían rumbo a Madrid, pero se les había olvidado ese detalle insignificante que es el dinero. Luis, sudoroso, hizo cuentas. Entre los tres fugitivos, reunían nada más y nada menos que cuatro euros veinte. -Snoop Dogg nos proteja-dijo Zeta, levantando un instante los ojos hacia el cielo. -Mira el volante, mira el volante, amigo Zeta, que yo tengo una novela que escribir.-le regañ

Aventura del Metro II

Ahí va la segunda parte de esta historia extraña y entrañable. El final no me convence del todo, pero Dios me dé vida larga para corregirlo cuando se me ocurra uno mejor. ¡Disfrutadla! :^) Aventura del Metro II Inteligentemente, nuestro escritor picó por Fernando, el cual gritó del dolor al ser arrojado por el torno de cabeza al suelo. La encargada salió de la cabinita, abandonando el Candy Crush por un momento, y le gritó a Manuel que si le pasaba algo. Él contestó que se encontraba perfectamente. La encargada se resistió a enfadarse y se centró en ayudar al pobre Fernando, que, aunque dolorido, dijo que se encontraba bien. Lo que tiene, ser un cabeza dura. -Lamento muchísimo este pequeño accidente.-se disculpó Manuel con inusual humildad, juntando las manos y haciendo una venia. -No pasa nada, hombre, estoy bien. Tras este pequeño incidente, tras el cual la encargada volvió al juego, los dos amigos empezaron la travesía por las escaleras mecánicas. Se pusieron enfrente de l

Aventura del Metro I

Vi que el ultimo fragmento de este proyecto tuvo bastante 'exito' (no tengo tildes en este ordenador), asi que os traigo otro. Esta vez partido en dos, para que dure mas :). La segunda parte sera la siguiente entrada. Y solo digo que habra ketchup... Aventura del Metro I Al día siguiente, queridos lectores, resultó, por las leyes de la lógica, ser viernes. Amaneció tempranito, a eso de las seis. Manuel, que había pasado toda la noche en el suelo, ya sentía el dolor aliviado y tuvo fuerzas para levantarse, bajar las persianas, desnudarse y tenderse en la cama. Bocarriba, en vela, con los ojos abiertos, pensó en preparar el actimel pensando, a pesar de lo sucedido, en Gabriela, pero el dolor en los dolidos era tal que la idea no tardó en irse con el rabo entre las piernas. Que no él, que dolería. Manuel intentó dormir, pero no podía. En esta posición que dije hace algunas líneas que adoptó, reflexionó sobre lo que había pasado con Gabriela. ¿Cómo había podido hacerle sub