Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2016

Cómo se hacen los niños

Cuando tenga hijos, sería divertido contarles esto. Disfrutadlo. :D Cómo se hacen los niños ¿Cómo se hacen los niños? Yo, como cigüeña repartidora que soy, debería saberlo, amigos míos, pero no lo sé. Es decir, vosotros los humanos creéis que nosotras las cigüeñas hacemos los niños, pero, yo como cigüeña, dudo sobre este proceso... Comencé a preguntar a mis colegas de trabajo, con los que repartía bebés por la zona de Nimes, en Francia, y ninguno supo la respuesta. Hubo hasta algunos que me dijeron que no quisiera yo saber cómo se hacían los niños. Pero yo, ¡no me rendí! Trepé y trepé por informadores discretos, hasta llegar a las altas esferas, que me respondieron a mi sed de respuestas con un no rotundo. ¿Qué podría hacer...? ¿Podría infiltrarme en los cuarteles generales de la Fábrica de los Bebés y arriesgarme a que me diesen una muerte tan cruel y cruenta como sádica y sangrienta? ¡Era absurdo! Lo hice. Me metí en los cuarteles para seguir investigando más a fondo. Espiaba

El templo del Mal

El templo del Mal No se sabe hace cuánto tiempo, alguien eliminó la noción del Mal en toda la humanidad, y a partir de ahí todo fue extremadamente bien. En esta época en la que vivo, no hay crímenes, ni catástrofes ecológicas, ni hambre, ni pobreza. En este mundo perfecto que hace siglos solo se podía imaginar en las películas o en los libros los seres humanos somos bondadosos todos con todos, y nadie conoce el concepto de 'mal'. Yo mismo no sabía que existía hasta que entré en la Vieja Comisaría. La Vieja Comisaría es un edificio abandonado en los tiempos en los que el Mal desapareció, pues, con la ausencia de los crímenes, perdió por completo su función, al igual que las cárceles o los reformatorios para menores de edad; algunos de estos edificios fueron reconvertidos en tiendas, o bloques de viviendas, pero nadie supo darle un nuevo uso a la Vieja Comisaría y allí se quedó, abandonada. Mi amigo Lucas y yo, Alex, estábamos jugando por la calle cuando de repente nos vim