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Mostrando entradas de septiembre, 2016

Por qué me gusta escribir

Por qué me gusta escribir. Eso me preguntó una amiga (creo que es amiga, sí) cuando volvíamos juntos del colegio. Y yo me llené de emoción, porque entonces empezaría a hablar mi yo artista y no mi yo persona, que sin duda es mucho menos interesante que el otro. No me acuerdo exactamente de qué le respondí, pero ahora, frente al teclado, voy a contar por qué escribo. Por qué me gusta escribir No sabes a ciencia cierta por qué amas a una persona. Solo sabes que darías tu vida por ella si fuese necesario. Lo mismo es para mí escribir. No sé exactamente lo que me pasa dentro, pero sí sé que en mi interior un montón de historias e ideas fluyen y luchan por salir a la luz a través de mis manos. Escribir nos da a algunos un poder que sería inimaginable en nuestra vida real... escribir es calzarse por unos instantes las botas de Dios, y ponerse a crear personajes, situaciones, ¡mundos...! Tú eres Dios. Nada puede detenerte. Es tu mundo, y tú pones las reglas. Tú haces que esos personaj

Esta pizza es mi hijo

Esto es lo que sucede cuando un amigo y yo bromeamos sobre adoptar una pizza, y acto seguido, unos amigos me dicen que me van a presentar a una chica que dicen que va a venir de perlas. Uno de mis textos más locos, lamento la longitud, pero la historia lo pedía. ¡Disfrutadla! Esta pizza es mi hijo He conocido a una chica. Lo admito. ¿Cómo es posible, Javier?, me preguntaréis. ¿Tú? ¿Con una chica? Pues sí. Se llama Sara y el otro día me la presentaron un amigo y su novia. Quedamos en un sitio del centro, tomamos unos cafelitos y tal y la verdad es que Sara y yo nos caímos muy bien. -Si ya lo decía yo, que esa iría bien con Javi...-decía Víctor. -Es un poquito rara pero yo creo que conectaréis-decía su novia, Raquel. Sara me dio su número. Y, cuando nos despedimos los cuatro y nadie me pudo ver, me puse a brincar por la calle y a juntar los talones en el aire. ¡Qué alegría! ¡Qué felicidad! Pero, amigos, hubiese sido necio de mi parte creer que el trabajo ya estaba hecho. No, no; ¡