Dreamgiants

This text is in english because is dedicated to Romos, a young music producer from the USA whose music I completely recommend. I took care of making it universal because this feeling maybe is shared by a lot of artists and not only writers :P.

Dreamgiants
Somewhere deep in the minds of we the creators there's something incredible; that's us! But this must not be mistaken with arrogance; on the opposite, we need to fight against our self-esteem in order to keep working for our objectives. That's why we appreciate support that much, that's why our eyes and mouths shine everytime someone says they love our work; because we can't create without our dear public, which makes us exist. That big spectrum haunting our minds is our hopes of what we'll become. Now I am a little artist nobody cares about; in my skullroom I don't see me as that, I see myself as someone who will leave something which will be worth dedicate some time. That someone is who's going to pop up in people' heads when they hear my name, and I'm already working to achieve him. It's not an easy journey; it requires a will born in hell kitchen and a lot of time, and who knows, maybe I die tomorrow and I cannot keep training my art. But, until that happens, I'll work for that future holder of my name. My dreamgiant.

El original de este texto estaba en inglés porque estaba dedicado a Romos, un joven productor de música en Estados Unidos cuya música recomiendo plenamente :). Le he quitado algún par de cosas porque en castellano quedaban muy mal. Me he cuidado de universalizarlo para poder captar un sentimiento que podría aplicarse no solo a escritores.
El guardián de nuestro nombre
En algún sitio profundo de la mente de los creadores hay algo increíble: nosotros mismos. Pero esto no debe ser confundido con arrogancia; por el contrario necesitamos luchar contra nuestra autoestima para seguir trabajando por nuestros objetivos. Por eso apreciamos el apoyo, por eso nuestros ojos y bocas brillan cuando alguien dice que le encanta nuestro trabajo; porque no podemos crear sin nuestro querido público, que nos hace existir. Ese gran espectro que embruja nuestras mentes es nuestras esperanzas de lo que seremos. Ahora soy un pequeño artista al que nadie le importa; en la habitación de mi cráneo no me veo así, yo veo a alguien que dejará algo a lo que merecerá la pena dedicar algún tiempo. Ese alguien  es quien emergerá en las cabezas de la gente cuando oigan mi nombre, y ya trabajo para conseguirlo. No es un viaje fácil; requiere una voluntad hecha en la cocina del infierno y mucho tiempo, y quién sabe, quizás muero mañana y no puedo seguir entrenando mi arte. Pero hasta que eso suceda trabajaré por ese futuro guardián de mi nombre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escalera

LA LIBERACIÓN (La Araña, parte II)