INTRO DEL PISCOLABIS DE LA ESCISIÓN
Este relato es la introducción de una serie literaria cómica, 'El Piscolabis de la Escisión', de la que pienso publicar entregas aquí cuando las haga. Es fundamental para entender las siguientes entregas, pues no me apetece demorarme en cada una con una tediosa introducción, así que condenso todo lo necesario para entender esta serie en el texto que viene a continuación. ¡Disfrutad!
INTRODUCCIÓN
del Piscolabis de la Escisión
Buenos días. Soy Ken Towers, y trabajo en una oficina como cualquier
otra. Dejadme que os ponga al corriente. Cada viernes, en la oficina, a la hora
de salir del trabajo, el señor Bateman dispone una mesa para nosotros, los
empleados, llena de aperitivos y bebidas para acompañar. Hay queso, jamón
serrano, patatas, canapés... pero sin duda lo que más nos enloquece es una
fuente repleta de bocaditos de pollo; fritas, crujientes, picantes esferas de
placer que se derriten en nuestros paladares. Estos manjares son muy
codiciados, y para solventar las discusiones, los empleados hacemos una
batalla, aprobada por el mismo señor Bateman, en la que todo vale para alcanzar
los bocaditos, mientras los contendientes no acaben ni en un hospital ni en un
féretro, ni deterioren el mobiliario de la oficina. Dicha batalla termina
cuando alguien alcanza los bocaditos de pollo. Yo, orgulloso guerrero, he sido
campeón seis veces, pues soy muy astuto en el campo de batalla. Os comentaré
algunos de mis enemigos en esta lucha por la gastronomía batemanesa. Está
Ronald Anderson, caracterizado por su tenacidad y puntería, Lucas Gigonni,
italiano ducho en las trampas en los pasillos, Benson Rodrígues, experto en el
factor sorpresa, Sarah Bourgh, maestra en la administración imperceptible del
gas pimienta, y otros muchos más, con habilidades igual de sorprendentes...
Además, podemos presumir de que el nuestro es un deporte sin
discriminaciones, ya que participa todo el personal, haciendo también de las
suyas las señoras de la limpieza. Para la limpieza de la posguerra, entre todos
pagamos una brigada especial para limpiar el desastre, que significa una parte
ínfima de nuestros salarios.
Pero la peor del sector femenino es Susan Jenkins. Atractiva, parecida
a Sandra Bullock aunque no quiera admitirlo pues opina que es única e
inimatable, tiene una afición por las partes bajas masculinas nada agradable,
al contrario de lo que pudiese deducirse... La última vez, estuvo cerca de
dejar a Johnson estéril, ¡demonios!... El Tribunal de los Oficinistas más
Sensatos, el TOS, advierte a estos jugadores más agresivos de que no sean tan
vehementes, bajo riesgo de sanciones que pueden llegar a la expulsión.
Desde luego, la plantilla da para rato... incluso hemos pensado en
contratar a un cronista, para que las generaciones futuras puedan admirar
nuestras hazañas... en el Piscolabis de la Escisión.
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